Santo Domingo.– En el marco de un seminario sobre minería sostenible, la embajadora de Canadá en República Dominicana, Jacqueline De Lima Baril, reiteró el compromiso de su país para apoyar el desarrollo de cadenas de suministro resilientes de minerales críticos y tierras raras, en colaboración con las autoridades dominicanas.
“Canadá está a la disposición de República Dominicana para continuar una colaboración estrecha en esta área, bajo un enfoque de beneficio mutuo”, afirmó la diplomática.
Las tierras raras, esenciales para la fabricación de tecnologías como autos eléctricos, turbinas eólicas, baterías y dispositivos electrónicos, han adquirido una relevancia estratégica en la economía global. En ese contexto, tanto Canadá como Estados Unidos han expresado su interés en trabajar con República Dominicana para impulsar su potencial en la exploración y aprovechamiento de estos recursos.
Este esfuerzo internacional toma fuerza luego de que el senador estadounidense Marco Rubio visitara el país en febrero y señalara que el cuerpo de ingenieros del ejército de EE. UU. ya ha colaborado con técnicos locales en procesos de exploración.
“Esperamos trabajar juntos. Estas tierras raras serán fundamentales para el futuro del mundo”, expresó Rubio durante su visita. La provincia de Pedernales, en el sur del país, ha sido identificada como la zona de mayor potencial para este tipo de minerales. Allí se ha iniciado la exploración de la bauxita, un mineral que contiene elementos de tierras raras.
El ministro de Energía y Minas, Joel Santos, explicó que desde septiembre de 2024 se han llevado a cabo sondeos, análisis y estudios en la zona. Se espera una estimación formal de recursos en 2025 y una declaración de reservas en 2026.
“Estas tierras raras están jugando un papel clave en el desarrollo tecnológico global, y por eso hay tanto interés internacional en colaborar con nosotros”, dijo Santos.
Aunque el sector minero no contribuyó significativamente al crecimiento económico de 2024 —con una caída de 5.2% según el Banco Central— las autoridades consideran que esta tendencia puede revertirse si se concretan proyectos estratégicos como la ampliación de la mina Pueblo Viejo, operada por Barrick Gold y Newmont. Actualmente, dicha ampliación está condicionada a la construcción de una nueva presa de colas (El Naranjo) y al reasentamiento de comunidades en Cotuí. Una vez superados estos procesos, se espera una reactivación significativa en la producción de oro.
La embajadora canadiense destacó el historial de inversión canadiense en minería en el país, especialmente en oro y cobre, y reafirmó la intención de seguir siendo un socio confiable en la nueva etapa de exploración de tierras raras. “Esperamos seguir trabajando juntos para elevar aún más el estándar de la minería responsable en República Dominicana”, concluyó DeLima Baril.