Mandalay, Birmania (Myanmar). El viernes se cumplió una semana del devastador sismo de magnitud 7,7 que sacudió el centro-norte de Birmania, dejando un saldo de al menos 3,145 muertos, 4,589 heridos, 221 desaparecidos y más de 17 millones de personas afectadas, según cifras oficiales de la junta militar.
El terremoto se registró el pasado viernes a las 12:50 p.m. (hora local), con una profundidad de 10 kilómetros, y su epicentro se localizó a 17 kilómetros al noroeste de Mandalay y a 14 kilómetros de la ciudad de Sagaing. Apenas diez minutos después, una réplica de magnitud 6,7 volvió a sacudir la región. Desde entonces, se han contabilizado al menos 300 réplicas, incluidas 10 con magnitudes entre 5 y 5,9.
El terremoto ha causado la destrucción total o parcial de más de 21,700 viviendas, así como severos daños en 805 edificios de oficinas, 1,041 escuelas, 1,690 pagodas, 921 monasterios, 48 hospitales y 18 hectáreas de cultivos.
Seis regiones han sido declaradas en estado de emergencia. Mandalay, con más de 1,5 millones de habitantes, figura entre las más afectadas, con cerca de 9,000 personas sin hogar viviendo en refugios temporales. La ciudad de Sagaing fue destruida en un 70%, según informes de la Cruz Roja, y Naipyidó, la capital, también sufrió grandes daños.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido sobre un alto riesgo de brotes de cólera entre los sobrevivientes, debido a la escasez de agua potable y los sistemas de saneamiento colapsados. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reporta que más de 9 millones de personas se encuentran en situación de extrema vulnerabilidad.
Un total de 1,485 rescatistas de 15 países se han desplegado en la zona, incluyendo equipos de China, India, Rusia, Tailandia, Vietnam, Malasia, Emiratos Árabes, Turquía y Filipinas, entre otros. Las peticiones de ayuda internacional superan ya los 160 millones de dólares, con la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) liderando la respuesta con un llamado urgente por 113 millones. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) busca 17 millones, mientras que la OMS ha solicitado 8 millones.
El impacto se sintió más allá de las fronteras
El terremoto también dejó consecuencias más allá de Birmania. En Bangkok (Tailandia), a más de 1,000 kilómetros del epicentro, se reportaron 22 muertos, entre ellos 15 personas que quedaron atrapadas en un edificio en construcción que colapsó con unos 300 trabajadores en su interior. Al cierre de esta edición, 79 personas siguen desaparecidas bajo los escombros.
Las esperanzas de encontrar supervivientes disminuyen con cada hora, mientras el mundo observa una de las catástrofes más graves de la región en la última década.