Señores, llegó San Valentín y, como por arte de magia, el amor se desborda más rápido que los memes del 14 de febrero. Instagram, WhatsApp y TikTok se llenan de flores, cenas carísimas y frases de “mi amorcito bello, juntos para siempre”… Pero la pregunta del millón: ¿San Valentín es el día del amor o del autoengaño?
Porque una cosa es clara: el 14 de febrero es el único día en que muchas parejas parecen felices. Como si el amor solo durará 24 horas, porque el 13 de febrero muchas están en crisis:
Discuten por todo.
Apenas se hablan.
Cada quien pegado a su celular.
Pero llega el 14 y, como por arte de magia:
Flores, chocolates y mensajes de “te amo”.
Fotos felices en Instagram.
Cenas caras y abrazos forzados.
Y después de San Valentín… Todo vuelve a la normalidad:
Se pelean por la cuenta del restaurante.
Se ignoran como siempre.
Siguen juntos por costumbre, no por amor.
Entonces, ¿por qué hay que esperar un día específico para demostrar amor?
El amor es como una mata: si no la riegas todos los días, se seca. No es solo el 14 de febrero cuando hay que dar flores y chocolates, sino siempre. El amor no es un post bonito ni una cena cara, es el día a día.
¿San Valentín es amor o puro marketing?
Algunos dicen que San Valentín es solo un negocio para que gastemos los chelitos. Otros creen que es un gran invento comercial para vendernos la idea de que el amor se mide en regalos.
Pero, ¿qué pasaría si le metemos inteligencia emocional a este cuento?
Cuando falta inteligencia emocional, sobra drama:
Los solteros se deprimen, como si estar sin pareja fuera un problema.
Las parejas sienten la presión de gastar dinero para “demostrar” amor.
Todos se comparan con las relaciones “perfectas” de las redes.
Solo hay cariño un día al año.
Cuando hay inteligencia emocional, la cosa cambia:
Si tienes pareja, disfrutas sin presión ni comparaciones.
Si estás soltero, no te sientes mal, porque el amor no es solo de pareja.
Sabes que el amor se demuestra todos los días, no con un regalo en febrero.
No necesitas subir nada a redes para sentirte querido.
Amor de verdad vs. amor de show
Al final, el amor de verdad no es un peluche gigante ni una cena en un sitio caro. Es lo que haces todos los días: escuchar, apoyar, reír juntos y estar ahí sin necesidad de un día especial.
Así que este San Valentín, en vez de enfocarte en lo que no tienes, agradece lo que sí tienes. Y sobre todo, no te dejes engañar por las redes, porque muchas veces, el que más publica es el que menos amor real tiene. Lo más triste no es estar solo, sino estar con alguien y sentirse solo los 365 días del año.
¡Feliz San Valentín, mi gente! Que el amor, las risas y la buena vibra nunca falten. Y recuerden: el amor sincero no necesita filtro ni fecha en el calendario.
Ahora dime tú… ¿lo estás viviendo como amor o como show?