Bruselas, 3 de abril de 2025 – El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, aseguró este jueves que Washington continuará comprometido con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), aunque instó a los países miembros a aumentar significativamente sus gastos en defensa, proponiendo una meta del 5% del PIB nacional.
Durante su participación en una reunión de ministros de Relaciones Exteriores de la alianza militar, Rubio buscó disipar las crecientes dudas sobre el compromiso estadounidense con la OTAN bajo el gobierno del expresidente Donald Trump.
«Vamos a permanecer en la OTAN. Pero queremos que sea una alianza más fuerte y viable», afirmó Rubio. A la vez, calificó de “histeria” e “hipérbole” las preocupaciones sobre un posible alejamiento de EE.UU. respecto al bloque atlántico.
Rubio aclaró que Trump no se opone a la existencia de la OTAN, sino a una organización “sin las capacidades necesarias para cumplir con sus obligaciones”, en referencia a las metas de inversión militar que los países miembros deben alcanzar.
Rubio pidió a los aliados que diseñen una “vía realista” para elevar su gasto en defensa al 5% del PIB, una cifra que supera ampliamente el objetivo actual de la alianza, fijado en “al menos el 2%” desde la invasión rusa a Ucrania.
“Nadie espera que todos lo hagan en uno o dos años, pero necesitamos ver un compromiso claro”, insistió el funcionario estadounidense, señalando que los países de la OTAN son economías avanzadas con capacidad para asumir mayores responsabilidades.
El secretario general de la OTAN, el neerlandés Mark Rutte, también intervino para asegurar que no existen planes para una retirada de tropas estadounidenses de Europa. “Sabemos que EE.UU., como superpotencia global, debe atender más de un escenario, pero su presencia en Europa continúa siendo estratégica”, afirmó.
Rubio llega a Bruselas en un contexto complejo para la diplomacia internacional, marcado por el reciente anuncio de Trump sobre la imposición de aranceles universales a las importaciones, incluso a países aliados. Diplomáticos europeos han buscado mantener separadas las tensiones comerciales de las discusiones sobre seguridad, aunque reconocen que ambas cuestiones están interconectadas.
La postura de Washington respecto a Rusia también genera inquietud entre sus aliados europeos, especialmente ante la posibilidad de concesiones a Moscú sin participación plena de los países del bloque.
El tema del gasto militar sigue siendo un punto de fricción. En febrero, el secretario de Defensa de EE.UU., Pete Hegseth, instó a Europa a asumir un papel protagónico en la seguridad regional. Sin embargo, varias naciones europeas temen que esta postura debilite la cohesión del bloque y favorezca los intereses de Rusia en el conflicto con Ucrania.