El informe de “El Estado de la Justicia Fiscal 2023” de la organización Tax Justice Network, la evasión de impuestos por parte de multinacionales y multimillonarios amenaza con provocar pérdidas de hasta 472 mil millones de dólares al año a nivel global. De este total, el 63.77% corresponde a grandes empresas que trasladan sus beneficios a paraísos fiscales, mientras que el 36.23% se debe a riquezas ocultas por individuos de alto patrimonio. Las grandes economías pierden más en términos absolutos, pero las economías de ingresos bajos son las más afectadas en proporción a sus ingresos fiscales, según Tax Justice Network.
El informe recomienda que se impulse una convención fiscal global bajo la supervisión de la ONU, con el fin de crear un organismo internacional que permita a los gobiernos proteger su soberanía fiscal. Este esfuerzo sería clave para reducir las pérdidas económicas generadas por la evasión y mejorar la transparencia tributaria. La Unión Europea, por ejemplo, ha implementado la Directiva contra la Elusión Fiscal (ATAD) y promovido el intercambio automático de información desde 2011, facilitando así el rastreo de activos en el extranjero. En Estados Unidos, la Ley de Cumplimiento Fiscal de Cuentas Extranjeras (FATCA) exige a instituciones financieras extranjeras reportar cuentas de ciudadanos estadounidenses para disuadir la evasión mediante transparencia.
La evasión fiscal ha sido una preocupación persistente en la mayoría de los países, que han implementado diversas leyes y medidas para combatir el problema. España, por ejemplo, cuenta con una Ley de Lucha contra el Fraude que prohíbe las amnistías fiscales y regula el uso de software que permite manipular la información tributaria. En el ámbito de sanciones, algunos países, como Sudáfrica y Grecia, imponen penas de hasta 25 y 20 años de cárcel respectivamente para los evasores fiscales, mientras que en otras naciones, las penas oscilan entre los 10 y 13 años.