Una alta funcionaria de la ONU declaró el viernes que las limitaciones a los derechos de las mujeres continúan obstaculizando la reintegración de Afganistán en la comunidad internacional. Rosa Otunbayeva, jefa de la misión de Naciones Unidas en Afganistán, señaló que la participación anunciada por el gobierno talibán en las conversaciones de Doha no equivale a una “legitimación”.
Desde su retorno al poder, las autoridades talibanas no han sido reconocidas oficialmente por ningún país y mantienen una interpretación estricta del Islam, restringiendo severamente las libertades de las mujeres, una política condenada como “apartheid de género” por la ONU.
Estas restricciones, especialmente en la educación femenina, “privan al país de un capital humano crucial”, según Otunbayeva, y “socavan las aspiraciones de legitimidad de las autoridades talibanas”.
La comunidad internacional, a través de un proceso iniciado en Doha el año pasado, busca reforzar su compromiso con Afganistán bajo la mediación de la ONU, incluyendo representación de la sociedad civil afgana, incluidas mujeres.
Las autoridades talibanas participarán en la tercera ronda de conversaciones en Qatar a finales de junio, aunque su exclusión de rondas anteriores suscitó controversia.
Para Otunbayeva, “es crucial que las autoridades talibanas participen en Doha”, enfatizando que este proceso no debe interpretarse como legitimación ni normalización.
La ONU subraya que solo un compromiso basado en principios puede impulsar políticas que faciliten la reintegración de Afganistán en la comunidad internacional.