los ríos a nivel mundial experimentaron su año más seco en más de 30 años, según un informe publicado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) este lunes. La sequía prolongada, exacerbada por récords de calor, afectó a muchas regiones del mundo y provocó graves consecuencias para la seguridad hídrica. La disminución de los caudales también está vinculada a la pérdida de masa en los glaciares que alimentan a los ríos, lo que pone en riesgo el suministro de agua a largo plazo para millones de personas.
La secretaria general de la OMM, Celeste Saulo, advirtió que el agua es uno de los recursos más afectados por el cambio climático, comparándolo con “el canario en la mina de carbón”. Según Saulo, eventos climáticos extremos como inundaciones y sequías están aumentando en frecuencia e intensidad, afectando vidas, ecosistemas y economías.
El informe detalla que 3.600 millones de personas ya enfrentan problemas de acceso al agua al menos un mes al año, una cifra que podría aumentar a 5.000 millones para 2050. Stefan Uhlenbrook, director de hidrología en la OMM, señaló que en los últimos 33 años no se habían observado condiciones tan secas a nivel global como las de 2023. Países como Estados Unidos, Argentina, Perú y Uruguay sufrieron niveles de agua sin precedentes en sus principales cuencas hidrográficas, como el Amazonas y el lago Titicaca.
El sur de Estados Unidos y la cuenca del río Mississippi también reportaron niveles mínimos históricos de caudal. Estas condiciones están afectando la navegación en ríos clave de Brasil y contribuyendo a crisis alimentarias en regiones como Zimbabue y el sur de África.