Por Wen Caminero
La minera Barrick Gold se encuentra en medio de una creciente controversia en Zambrana, donde sus operaciones han generado múltiples conflictos que afectan directamente a seis comunidades locales. La situación, según declaraciones de Carlos Garcia Nova, se centra en tres ejes principales: la grave contaminación ambiental, la necesidad de reubicar a las comunidades y la disputa por el justo valor de las tierras.
Contaminación generalizada: Un modo de vida destruido
Uno de los problemas más apremiantes es la contaminación que afecta a la zona. Según Garcia Nova, la contaminación ha alcanzado niveles críticos, impactando negativamente en los cultivos, el agua y el aire. “La forma de vida que tuvieron históricamente allí ya no existe”, afirmó. La situación es tan grave que los residentes se ven obligados a utilizar agua embotellada para sus necesidades básicas, ya que el agua de los ríos locales es inservible incluso para lavar platos.
Reubicación forzada y resistencia comunitaria
La contaminación ha hecho insostenible la vida en la zona, lo que obliga a la reubicación de las seis comunidades de Zambrana. Sin embargo, este proceso está lejos de ser pacífico. La mayoría de los residentes se resisten a aceptar los acuerdos propuestos por Barrick Gold, alegando que la empresa ofrece una compensación económica muy por debajo del valor real de sus tierras. Esta disputa económica añade tensión al ya complejo panorama.
Presa de cola al borde del colapso y nuevo decreto de explotación
Otro factor preocupante es el estado de la actual presa de cola en El Llagal, que según se informa, está al borde del colapso. Ante esta situación, Barrick Gold, amparada por un decreto gubernamental, planea la construcción de una nueva presa de cola para continuar con sus operaciones de explotación en la zona. Esta decisión genera aún más inquietud entre las comunidades, que temen un mayor impacto ambiental y social.
Un llamado a la acción
La situación en Zambrana exige una atención urgente y una solución integral que considere los derechos de las comunidades afectadas y la protección del medio ambiente. Se espera que las autoridades competentes y la empresa Barrick Gold entablen un diálogo transparente y efectivo para resolver estos conflictos de manera justa y sostenible.