La Biblioteca Pedro Mir de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), un recurso vital para los estudiantes, enfrenta una serie de problemas que obstaculizan su función como centro de apoyo académico. En lugar de ser un aliado en el proceso educativo, la biblioteca se ha convertido en un desafío debido a la obsolescencia de sus equipos y el deterioro de su infraestructura.
Actualmente, la biblioteca sufre de múltiples deficiencias: la falta de acceso a internet, computadoras fuera de servicio, filtraciones en el techo, baños deteriorados y ascensores inoperativos. Estos problemas han generado un malestar generalizado entre los usuarios, quienes encuentran cada vez más difícil realizar sus tareas y estudios en un ambiente que debería ser de apoyo y confort.
La situación se agrava con la casi total inoperatividad de las computadoras, que además de no contar con acceso a internet, son insuficientes para la demanda de los estudiantes. Esta carencia tecnológica ha convertido en una tarea ardua para los discentes realizar investigaciones y completar tareas en línea, aumentando así las dificultades académicas.
Durante una reciente visita, se observó que los dos primeros niveles de la biblioteca estaban concurridos, con estudiantes que, en su mayoría, recurrían a sus propios dispositivos para trabajar, mientras otros descansaban o conversaban. Esta situación resalta la urgencia de una intervención que restaure la funcionalidad de la biblioteca y la ponga a la altura de las necesidades académicas de la comunidad universitaria.