Durante el período de 2009 a 2023, la República Dominicana ha recibido casi US$3,000 millones en préstamos destinados a la rehabilitación y mejora de la infraestructura eléctrica del país. Estos fondos provienen de diversas instituciones financieras internacionales, incluyendo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Mundial, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Fondo de Cooperación Técnica de Países Productores (OFIC).
De esta cifra, más de US$2,936 millones han sido aprobados en forma de préstamos y US$3.6 millones en asistencia técnica. Sin embargo, algunos de estos préstamos, aprobados a partir de 2021, aún no se han desembolsado. Los representantes locales del BID y del Banco Mundial han confirmado que varios proyectos están en fase de aprobación o ejecución.
Entre los proyectos destacados, se encuentra un préstamo de US$225 millones del Banco Mundial que está a la espera de la aprobación del Congreso. Por su parte, el BID está financiando un programa de mejora en las subestaciones y redes de la empresa Edesur con un monto de US$155 millones, además de tres contratos en curso por un total de US$38.2 millones.
A pesar de estos esfuerzos financieros, persiste un problema significativo: los montos asignados a proyectos aprobados aún no han sido completamente desembolsados. Esta situación se suma a los desafíos existentes en el sector eléctrico, que sigue siendo una preocupación constante en los informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y en las evaluaciones de las agencias calificadoras de riesgo.
La falta de inversión, las ineficiencias operativas y el aumento de las pérdidas en el sistema eléctrico continúan siendo puntos críticos que afectan las finanzas públicas del país, dejando al sector como uno de los mayores retos pendientes para la República Dominicana.