Con la esperanza del renacer de Haití y de la preservación de la buena vecindad entre los dos países de la isla, concluyo con éxito la “XIIma semana de la diáspora haitiana” en una noche de premios, donde fueron galardonados 10 dominicanos y haitianos.
La ceremonia de entrega de los “Premios diáspora” en su XII edición se realizó en el salón de un hotel de la capital llenado a total capacidad para reconocer la labor de quienes contribuyen a una mejor convivencia binacional.
El evento fue organizado por la Fundacion Zile y la Embajada de Haití, las cuales otorgaron premios en 10 categorías, algunos a conocidas figuras dominicanas.
Entre otros, el premio diáspora del dominicano destacado en Haití fue otorgado al promotor turístico y youtuber William Ramos, quien dijo tener fe en Dios de que “las noticias positivas comiencen a opacar las negativas” respecto a Haití.
La periodista senior Ana Mitila Lora fue reconocida con el Premio de comunicación social por su alta sensibilidad humana y profesionalismo al abordar el tema haitiano en sus diversas vertientes.
En sus palabras de agradecimientos expreso profundo afecto por los inmigrantes haitianos al igual que los de Venezuela, Japón, España y otros que contribuyen al desarrollo de Republica Dominicana.
Virgilio Almanzar, quien recibió el “Premio diáspora de derechos humanos” por sus más de 4 décadas militando en ese campo, subrayó que no se ha derribado aun la barrera que impide la sindicalización de los trabajadores haitianos.
La dominicana de ascendencia haitiana Betania Pérez Julis, por sus más de 28 años en la educación en los bateyes 8 y 10 del Ingenio Barahona, fue reconocida con el “Premio diáspora de servicio público”.
En tanto, que el premio de solidaridad binacional fue otorgado a la militante feminista y afro Maribel Núñez; el del haitiano destacado en República Dominicana al empresario farmacéutico Caribert Toussaint; de la Juventud al tiktoker Loubensson Normilien (Mister Loubens), conocido como “el futuro presidente de Haiti”; de trabajo religioso al pastor de la Iglesia “Sur le Rocher” en la zona de Las Américas, James Paula.
Asimismo el abogado Leonel Charles recibió el “Premio del haitiano destacado en República Dominicana” y la Fundación Nuevo Horizonte (FUNH0), creada en Puerto Plata por el pintor haitiano Jean Michel Dugue, el de “Acción comunitaria”, por sus aportes al futbol en esa región.
Las comunidades venezolana y japonesa fueron representadas en la actividad, igual que las comunidades haitianas de Boston y Miami, por el periodista Julio Midy y la muy reconocida artista Farah Juste, quien hizo que el público entonara lo que se considera como el segundo himno nacional: “Aleluya para Haiti”.
El padre Julio Acosta (Julin), sacerdote católico, presidente del Consejo administrativo de la organización binacional Fundación Zile, expreso su fe en el sentido de que la situación en Haití cambiará, en tanto que Edwin Paraison, sacerdote anglicano, director ejecutivo, lamentó que la noche no fuera tan festiva para los familiares del inmigrante haitiano Dorcan Fritznel, matado a balazos por guardias en San José de Las Matas el día anterior a la actividad.
Paraison también sugirió que las autoridades dominicanas a juramentarse el próximo 16 de agosto deberían “resucitar” la ley 1136, que instituyo el día de la confraternidad dominico haitiana hace 88 años, el cual debe conmemorarse en todas las escuelas según dicha ley “para sanear las relaciones significativamente afectadas en la actual coyuntura”.
En la actividad participaron representantes de agencias de la ONU, del cuerpo diplomático, dirigentes de ONG, y varias personalidades. Entre otras, el Obispo episcopal Julio C Khoury, Narciso Isa Conde y el Dr Max Puig.
La Semana de la diáspora que se inicio el pasado 13 de abril en Elias Pina tuvo como tema “Por una política de buena vecindad” y se realizado a través de 18 actividades en tres ciudades. La misma ha sido parcialmente patrocinada por la Western Union a través de la empresa local Vimenca. Contó con la contribución de los consulados de Haití en Santiago e Higuey, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y donantes privados.