Un equipo de ingenieros del Instituto Federal de Tecnología de Zúrich ha creado un robot con forma de serpiente, llamado RoBoa, que podría revolucionar las operaciones de rescate en lugares de difícil acceso. Este innovador dispositivo, diseñado para desplazarse por espacios estrechos como tuberías, alcantarillas y escombros, promete ser una herramienta valiosa en la búsqueda de víctimas tras catástrofes.
RoBoa es capaz de adentrarse hasta 100 metros en entornos peligrosos gracias a su estructura blanda y sistema de movimiento neumático. “Puede llegar a lugares donde humanos, otros robots o drones no pueden acceder”, explicó Alexander Kübler, uno de sus cocreadores y miembro del Laboratorio de Sistemas Autónomos en el instituto suizo. El robot funciona como un tubo que se desliza con fricción mínima, eliminando la necesidad de tracción, según añadió Pascal Auf der Maur, otro de los desarrolladores de RoBoa.
Además de explorar espacios reducidos, RoBoa cuenta con micrófonos y altavoces que le permiten comunicarse con víctimas atrapadas y ofrecerles suministros básicos, como agua. Su diseño también lo hace apto para operar en áreas con riesgo de explosión, lo que amplía su potencial para misiones en ambientes peligrosos.
El proyecto ya se encuentra en una fase avanzada de desarrollo y podría estar cerca de su comercialización. El centro de investigación zuriqués destacó que RoBoa tiene el potencial de generar “un gran impacto en las operaciones de inspección, búsqueda y rescate”.