Los precios de los alimentos en República Dominicana han experimentado un alarmante aumento del 80 % en la última década, superando el ritmo de crecimiento de otros bienes y servicios en la economía, según destacaron varios economistas durante el XXVI Encuentro Nacional de Líderes del Sector Agropecuario. Entre las principales propuestas para mitigar el impacto de esta alza, sugirieron eliminar el control de precios y enfocar políticas públicas en subsidiar y mejorar la productividad del sector agropecuario.
Jaime Aristy Escuder subrayó que, aunque algunos productos como el pollo, las habichuelas y la carne de cerdo han mantenido precios estables, el incremento generalizado de los alimentos refleja los altos riesgos de la agricultura, que no son mitigados por políticas públicas efectivas. Aristy también señaló la influencia de los intermediarios en el alza de los precios y abogó por una mayor innovación en el sector para reducir los costos.
Por su parte, Andrés Dauhajre consideró que los controles de precios son un “error de política macroeconómica”, argumentando que generan especulación y afectan las ganancias de los productores. En su opinión, el mercado debe autorregularse, y el gobierno debería enfocar sus esfuerzos en identificar y reducir los altos márgenes de intermediación que influyen en los precios finales.
José Lois Malkun abogó por un aumento en los subsidios para la agricultura, destacando que la falta de rentabilidad es un problema global debido a los riesgos asociados con la actividad. Además, señaló la necesidad de un mayor acceso a crédito y facilidades tecnológicas, similares a las aplicadas en países como Estados Unidos. Malkun enfatizó que la producción no solo debe enfocarse en el consumo interno, sino también en aumentar las exportaciones.
Finalmente, Henry Hebrard instó a realizar inversiones “agresivas” en infraestructura básica, como los caminos vecinales, que faciliten el acceso a las fincas, además de crear productos financieros que permitan una reducción en los costos del financiamiento. Hebrard destacó que el momento actual ofrece una oportunidad histórica para impulsar reformas estructurales que desarrollen el sector agrícola en el país.
Los economistas coincidieron en que es necesario un replanteamiento integral de la política agropecuaria, que incluya la eliminación de controles de precios, una revisión de la política cambiaria y un aumento en los subsidios, todo con el objetivo de mejorar la productividad y reducir el impacto de la inflación en los alimentos.