El Ministerio Público presentó hoy tres nuevos testigos en el caso de corrupción desmantelado por la Operación Antipulpo, que implicó una estafa al Estado por más de RD$5,000 millones.
El primer testigo, Máximo Peralta, actual encargado de Tecnología del Fondo Patrimonial de las Empresas Reformadas (FONPER), ofreció su testimonio y facilitó un disco duro con información financiera relevante de la institución. Este material fue incorporado como prueba en el caso, estableciendo una base importante para la investigación.
El segundo testigo, Roberto Vargas Polanco, quien desempeñó funciones en el Departamento de Bienes Incautados del Ministerio Público durante 15 años, declaró sobre la recepción y documentación de cuatro vehículos entregados voluntariamente. La acta de recepción de estos vehículos fue admitida como prueba en el tribunal.