La campeona mundial de los 400 metros lisos, Marileidy Paulino, afrontará mañana su segunda mayor prueba del año, cuando corra en Eugene, Oregón (EE.UU.) la final de la Diamond League, asomando de nuevo la amenaza de su némesis, Natalia Kaczmarek, que buscará arrebatarle el segundo título del circuito.
Paulino, que pulverizó todos sus registros históricos con una soberbia carrera en el Mundial de Budapest (48.76), ahora debe confirmar su alcurnia como la número uno en la especialidad, contra una porfiada polaca que quedó con todas las ganas de escalar al Everest.
Marileidy sabe lo que representa la final estadounidense del más importante certamen rentado de la disciplina ecuménica, que la colocaría en uno de los podios más altos en los anales del atletismo de pista, ya que se convertiría en bicampeona de la DL junto con el Mundial.
En octubre, tiene su tercera pata del año con los Juegos Panamericanos de Chile, un reto nada desdeñable, aunque contra rivales de monta menor.
Paulino correrá contra varias amenazas, a sabiendas que Kaczmarek es la que más puede peligrarle su hegemonía, tras una dolorosa derrota en Silesia (tercer puesto), con aquella como gran verdugo, asestándole su primera derrota luego de once éxitos al hilo.
Y Paulino, que ganó la justa diamantina en 2022, buscará confirmar que ha dejado atrás la inconsistencia del reloj, con un cohete llamado a explotar cualquier rival.