El Ministerio Público asegura que Maribel Espaillat intentó interferir en las investigaciones sobre el colapso del techo en el centro de entretenimiento Jet Set, tragedia que dejó 236 muertos y más de 180 heridos. En el expediente de medida de coerción, se detalla que Maribel sostuvo una conversación con Gregorio Adames Arias, técnico del local, con la intención de condicionar su testimonio.
La conversación habría tenido lugar el 14 de abril, seis días después del fatídico colapso. Durante el encuentro, Maribel le habría advertido que cualquier declaración comprometedora sobre las condiciones del local podría traducirse en una condena de hasta 20 años de prisión para su hermano, Antonio Espaillat, también imputado en el caso.
Según la acusación, este tipo de presiones forman parte de un patrón de obstrucción a la justicia que estaría siendo desplegado por los implicados en la tragedia.