La situación del río Haina-Manoguayabo se torna cada vez más preocupante, y los municipios de Los Alcarrizos y Santo Domingo Oeste se identifican como los principales responsables de esta crisis ambiental. La acumulación de desechos sólidos y el vertido de aguas residuales han convertido este importante afluente en un foco de contaminación.
La falta de un sistema efectivo de recolección de basura ha permitido que la población, en su mayoría, desestime las consecuencias de arrojar desechos en cañadas y arroyos que desembocan directamente en el río. Las comunidades de Los Alcarrizos y SDO están interconectadas a través de estos cuerpos de agua, que ahora actúan como transportadores de basura en lugar de fuentes de vida.
Un Ecosistema en Peligro
Los daños son evidentes: los arroyuelos de Manoguayabo ya no son aptos para el baño, y la mayoría de las personas evita acercarse al río Haina, que alguna vez fue un lugar recreativo popular. La imagen del río, antaño conocido como “la piscina” del Gran Santo Domingo, ha cambiado drásticamente; ahora está colmado de basura, especialmente cerca de infraestructuras como el puente de Operaciones Especiales.
La falta de intervención por parte del Ministerio de Medio Ambiente ha permitido que empresas industriales continúen arrojando desechos en estos afluentes, agravando aún más la situación. Las autoridades deben actuar con urgencia para restaurar la salud del río y proteger la calidad de vida de los residentes de la zona.
Un Llamado a la Acción
Es imperativo que se implementen políticas efectivas y que se promueva la conciencia ambiental entre la población. Solo así se podrá revertir esta tendencia destructiva y devolver al río Haina su condición de recurso vital para la comunidad. Sin acción inmediata, el futuro de este ecosistema y la salud de los ciudadanos están en grave riesgo.