El naufragio del lujoso yate Bayesian sigue siendo un enigma sin resolver, y en un nuevo esfuerzo por desentrañar lo sucedido, un equipo de buzos regresó el 12 de septiembre a los restos de la embarcación, hundida el mes pasado frente a la costa de Sicilia, Italia. El trágico accidente resultó en la muerte de siete de los 22 pasajeros que iban a bordo, entre ellos figuras prominentes como el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer, y el empresario tecnológico británico Mike Lynch, quienes viajaban con sus familias y amigos para celebrar una ocasión especial.
El objetivo principal de esta nueva exploración submarina es la recuperación de sistemas de videovigilancia y otros dispositivos electrónicos que pudieran haber estado presentes en el yate. Los investigadores consideran que estos aparatos, en particular las cámaras de seguridad, podrían haber capturado información crucial sobre los momentos previos al hundimiento. Según fuentes citadas por People, los buzos están buscando cualquier pista que pueda revelar lo que sucedió durante las tormentas que afectaron la navegación del Bayesian el 19 de agosto, momento en que la embarcación se sumergió rápidamente bajo el agua.
Además de las cámaras, los buzos también están en busca de otros dispositivos electrónicos, como cámaras fotográficas o de vídeo, que podrían ofrecer nuevas perspectivas sobre lo ocurrido. Las autoridades italianas están manejando los detalles de la investigación con mucha cautela, manteniendo en reserva la información recopilada hasta ahora, ya que los hallazgos podrían ser determinantes en la evaluación de posibles responsabilidades legales. Entre las hipótesis que se manejan se incluye la posibilidad de un homicidio por negligencia, si se determina que hubo fallos de seguridad o decisiones erróneas por parte de la tripulación o los responsables del yate.
El Bayesian se hundió en las primeras horas del 19 de agosto mientras navegaba en aguas del Mediterráneo. Según informes preliminares, el mal tiempo fue el principal factor que contribuyó al accidente, pero las investigaciones se están centrando en determinar si hubo otros elementos que agravaron la situación. De las siete personas fallecidas, seis fueron encontradas dentro del yate hundido, mientras que el séptimo, el chef del barco, fue hallado en las inmediaciones de la embarcación. Algunos cuerpos presentaban signos evidentes de ahogamiento, aunque se están realizando autopsias para determinar con precisión las causas de las muertes.