El presidente Joe Biden ha desatado una ola de preocupación entre los demócratas luego de su debilitada actuación en el debate presidencial contra Donald Trump, que podría poner en peligro su búsqueda por un segundo mandato en noviembre.
El debate, se convirtió en un momento crítico para Biden, quien mostró su actuación más débil desde que comenzaron los debates televisados en 1960. Apenas minutos después de iniciarse el enfrentamiento, los demócratas comenzaron a expresar pánico ante la posibilidad de enfrentar las elecciones con un candidato tan disminuido.
Ron Klain, estratega principal de los debates de Biden, había advertido que los primeros 30 minutos de un debate son cruciales para ganar la percepción del público. Sin embargo, para Biden, esos primeros minutos resultaron desastrosos, marcando el tono negativo de la noche desde el principio.
Aunque es demasiado pronto para medir el impacto exacto en los votantes, Biden ya enfrentaba desafíos significativos antes del debate. Su índice de aprobación había caído por debajo del 40% y las encuestas mostraban una competencia reñida con Trump en estados clave. La debacle del debate podría empujar a miles de votantes hacia el campo republicano, lo que aumentaría las posibilidades de una reelección de Trump, según analistas políticos.
El presidente, quien recientemente había regresado de intensos viajes internacionales, no mostró señales públicas de incapacidad para ejercer sus funciones presidenciales. Sin embargo, su capacidad para comunicarse efectivamente con el electorado y para vender su visión de un segundo mandato se vio seriamente comprometida.
El punto álgido del debate fue la incapacidad de Biden para contrarrestar las acusaciones y distorsiones de Trump sobre su gestión anterior y su agenda actual. Aunque hubo momentos en los que Biden pareció fortalecerse, como cuando criticó la negativa de Trump a aceptar su derrota en las elecciones pasadas, estos momentos llegaron demasiado tarde en el enfrentamiento para cambiar la percepción general.
La vicepresidenta Kamala Harris intentó mitigar los daños, enfocándose en los errores y mentiras de Trump durante el debate. Sin embargo, la pregunta crucial que ahora enfrenta el Partido Demócrata es si la candidatura de Biden sigue siendo viable o si deberían considerarse otras alternativas antes de la Convención Nacional Demócrata, que se celebrará en dos meses.
Expertos en política sugieren que la noche del debate podría haber marcado un punto de inflexión para Biden, quien ha basado su campaña en su papel como defensor frente a una segunda presidencia de Trump, que describen como una amenaza para la democracia estadounidense.
En resumen, la actuación de Biden en el debate ha generado una crisis interna entre los demócratas, quienes ahora evalúan si la candidatura del presidente puede continuar sin un cambio significativo en la estrategia o la ejecución de su campaña electoral.