La minera Barrick Pueblo Viejo expresó este jueves su preocupación por las dificultades que enfrenta el proceso de instalación de la presa de almacenamiento de relaves El Naranjo, atribuyendo los contratiempos a un pequeño grupo de personas que, según afirman, han recurrido a tácticas como el bloqueo de carreteras públicas para defender intereses económicos particulares.
Mediante un comunicado, la empresa señaló que, a pesar de haber demostrado su disposición a negociar y llegar a acuerdos beneficiosos para ambas partes, los involucrados han modificado sus exigencias de manera reiterada, lo que ha obstaculizado las conversaciones para la compra de propiedades en la zona.
Barrick afirmó que las demandas incluyen compensaciones por tierras y cultivos que no reflejan valoraciones independientes del mercado, calificando estas reclamaciones de “indemnizaciones injustificadas”. Además, la compañía denunció haber sido objeto de amenazas e intimidación, lo que, aseguran, no solo afecta sus operaciones, sino que también compromete los derechos de otros miembros de la comunidad interesados en participar en el proceso de reasentamiento y restauración de medios de vida.
Finalmente, la empresa reiteró su compromiso de trabajar con las comunidades para lograr soluciones sostenibles y mutuamente beneficiosas, al tiempo que lamentó las acciones que, según indicó, están retrasando un proyecto clave para la región y el desarrollo económico del país.