Las autoridades dominicanas asestaron un duro golpe al tráfico ilegal de armas con destino a Haití. La Dirección General de Aduanas (DGA) incautó un cargamento de alto poder bélico en el Puerto de Haina, compuesto por 23 armas de fuego y 36 mil cápsulas de distintos calibres, material que, de haber llegado a su destino, habría intensificado aún más la crisis de violencia en la nación vecina.
Entre las armas decomisadas se encontraban un fusil Barret calibre 50 milímetros, 17 fusiles calibre 7.62, otro calibre 9, cinco pistolas Glock y una ametralladora Uzi, todas procedentes de Estados Unidos. Además, el arsenal incluía 18 cargadores de fusil, 13 de 9 milímetros, un cargador para el fusil de 50, un silenciador y una caja de pistola.
Las inspecciones con rayos X en el puerto permitieron detectar la peligrosa carga, que se presume iba destinada a las pandillas que controlan cerca del 80 % del territorio haitiano. Una de ellas es la liderada por Jimmy Chérizier, alias «Barbecue», conocido por su brutalidad en el conflicto que ha cobrado la vida de más de 5,000 personas en los últimos meses.
El decomiso, logrado con la cooperación del Ministerio de Defensa, la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional de Estados Unidos (HSI) y otros organismos de seguridad, representa un nuevo esfuerzo de las autoridades dominicanas por frenar el flujo de armamento que alimenta la violencia en Haití.
Hace solo unas semanas, en el mismo puerto se confiscaron otras 37 armas destinadas al conflicto, lo que evidencia la magnitud del tráfico ilícito de armamento. Mientras República Dominicana refuerza sus medidas de seguridad, queda en evidencia la necesidad de un mayor apoyo internacional para enfrentar la crisis en el país vecino.