La nave privada de EE.UU. aluniza en posible mala posición cerca del polo sur lunar
El módulo de aterrizaje Athena, desarrollado por la empresa estadounidense Intuitive Machines, logró alunizar este jueves en la Luna, pero lo hizo en una posición posiblemente incorrecta, lo que podría afectar su desempeño.
La nave de 4,8 metros de altura descendió en la vasta meseta de Mons Mouton, más cerca del polo sur lunar que cualquier intento anterior. Sin embargo, el director ejecutivo de Intuitive Machines, Steve Altemus, declaró en una conferencia de prensa conjunta con la NASA que el módulo no parece estar en la orientación prevista.
«No creemos que estemos en la posición correcta en la superficie de la Luna», explicó Altemus. La inclinación de Athena podría comprometer su capacidad para generar energía y comunicarse de manera óptima con los equipos en la Tierra.
Un aterrizaje con incertidumbre
El descenso de Athena estaba programado para las 12:32 (17:32 GMT). Sin embargo, 20 minutos después, el portavoz de la compañía, Josh Marshall, anunció en una transmisión web que la nave había tocado suelo lunar. A pesar del logro, los ingenieros continuaban analizando los datos para evaluar la estabilidad de la nave y su funcionamiento.
Las acciones de Intuitive Machines cayeron un 20% tras el anuncio, reflejando la incertidumbre del alunizaje. A principios de este año, la empresa había logrado aterrizar una sonda en la Luna, pero el módulo quedó inclinado y sufrió daños tras un descenso problemático.
Misión clave para el futuro lunar
Athena transporta varias tecnologías avanzadas para respaldar futuras misiones tripuladas. Entre ellas, un sistema de perforación de hielo, una prueba de red 4G, tres exploradores lunares y un innovador dron saltador llamado Grace, diseñado para desplazarse en zonas de sombra permanente.
La NASA ha impulsado este tipo de misiones a través de su programa de Servicios de Carga Lunar Comercial (CLPS), con el objetivo de reducir costos y fortalecer su programa Artemis, que busca devolver astronautas a la Luna y, eventualmente, llegar a Marte.
«Nuestro objetivo es permitir a empresas estadounidenses establecer una economía en la superficie de la Luna, lo que significa que incluso si el alunizaje no es perfecto, siempre aprovechamos lecciones para el futuro», afirmó Nicky Fox, funcionaria de la NASA.
Exploración en zonas inexploradas
Uno de los objetivos principales de la misión es que el dron saltador Grace alcance un cráter donde la luz del Sol nunca ha brillado, lo que marcaría un hito en la exploración espacial. Además, la nave transporta rovers de distintas compañías que probarán nuevas tecnologías, incluyendo una red celular lunar de Nokia Bell Labs y un espectrómetro de la NASA para analizar la presencia de agua y otros compuestos en la superficie lunar.
Athena despegó el miércoles a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, en una misión crucial en un momento en que la NASA enfrenta debates sobre el futuro de sus misiones lunares tripuladas. Mientras algunos sectores impulsan la exploración de Marte como prioridad, estas misiones comerciales demuestran el interés continuo en establecer una presencia sostenible en la Luna.
Ahora, los ingenieros trabajan para determinar si Athena podrá cumplir con su misión o si la inclinación de su aterrizaje limitará sus capacidades.