A pesar de haber sido condenada este lunes a siete años de prisión por el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional, Elizabeth Silverio se encuentra en su casa cuidando a sus hijos, según afirmó su abogado, Cándido Simó. La sentencia fue dictada tras hallarla culpable de ejercer la medicina y otras profesiones relacionadas con el tratamiento de menores con condiciones especiales sin poseer las credenciales requeridas.
Además de la pena de cárcel, Silverio deberá pagar una indemnización de 2 millones de pesos a cada una de las nueve víctimas que se querellaron en su contra, lo que suma un total de 18 millones de pesos.
Sin embargo, Simó calificó la condena como “cruel” y señaló que su defendida continúa en su hogar, donde, aseguró, cuenta con recursos para garantizar la educación de sus hijos. Estas declaraciones han generado cuestionamientos sobre la ejecución de la sentencia y el estatus actual de Silverio, cuya permanencia en casa podría interpretarse como una posible apelación o medida cautelar en curso.
El caso ha despertado indignación pública, dado el impacto en las familias que confiaron en Silverio para el tratamiento de menores con condiciones especiales, y deja en el aire dudas sobre la efectividad del sistema judicial para hacer cumplir las sanciones impuestas.