Tesla está vendiendo más que nunca. SpaceX se prepara para lanzar la Starship. Y mientras tanto, Elon Musk sigue dando vergüenza ajena en Twitter.
Ahora ha mandado pintar de blanco la “w” del letrero de la sede para que se lea “Titter”, una aparente broma sobre tetas. Al mismo tiempo, ha cambiado su nombre de Twitter por Harry Bōlz (un juego de palabras con hairy balls o bolas peludas).
Musk, que compró la red social por 44.000 millones de dólares en octubre, lleva unos días especialmente bromista. La semana pasada cambió el logo de Twitter por el de Dogecoin (un perro de raza Shiba Inu).
El cambio duró cuatro días, y disparó el precio de la criptomoneda brevemente. Musk dio a entender que lo había hecho porque en marzo de 2022, un seguidor (el creador del subreddit RealWSBChairman) le pidió que comprara Twitter y cambiara el logo por el Doge. Aquel día, Musk contestó “jaja, eso sería brutal.