En una entrevista exclusiva en el programa Una Nueva Mañana, Roni Kaplan, capitán y portavoz de la Fuerza de Defensa de Israel (FDI), confirmó la muerte de Hasan Nasralá, líder de Hezbolá, durante un reciente bombardeo en Beirut. Kaplan explicó que la operación fue aprobada y que los aviones israelíes alcanzaron su objetivo mediante un ataque de proyectiles.
El portavoz destacó que Nasralá no fue el único en perder la vida; otros 20 líderes de Hezbolá también fallecieron en el ataque, mientras estaban planificando operaciones contra la población civil israelí. Esta eliminación de altos mandos podría debilitar significativamente la estructura operativa del grupo.
Durante los últimos años, Nasralá transformó a Hezbolá de un pequeño grupo militante en una de las organizaciones terroristas más importantes del mundo, con aproximadamente 150,000 cohetes y una extensa red de túneles en el sur del Líbano, destinados a atacar a Israel.
La muerte de Nasralá plantea interrogantes sobre el futuro de Hezbolá y las posibles respuestas del grupo terrorista, lo que mantiene a las FDI en un estado de alerta máxima ante cualquier represalia.