La Policía Nacional ha incautado un total de 3,173 armas de fuego entre el 1 de enero y el 30 de agosto de 2024. Según los informes del Análisis Estadístico de Criminalidad, las autoridades confiscaron un amplio espectro de armamento que va desde fusiles y escopetas hasta ametralladoras, lo que refleja el nivel de sofisticación de las armas circulando en manos de criminales.
El desglose de las incautaciones muestra que julio fue el mes más significativo, con la recuperación de 650 armas, de las cuales 384 eran ilegales, 174 estaban bajo investigación, 60 tenían licencias vencidas y 32 no especificadas. Agosto también representó un mes crítico con 487 armas confiscadas, incluyendo 292 ilegales, 136 bajo investigación, y 19 sin especificar. Durante los meses anteriores, los agentes confiscaron 269 armas en junio, 560 en mayo, 425 en abril, 461 en marzo y 321 en febrero. Sin embargo, en enero no hubo registros de incautaciones.
Además del arsenal de armas de fuego, las autoridades también han decomisado 23,680 armas blancas, destacando la prevalencia de este tipo de armamento en actividades delictivas.
Recientemente, varios operativos han revelado la gravedad del armamento confiscado. En un allanamiento en el distrito municipal de Caleta, en La Romana, la policía recuperó dos pistolas marca Glock con sus cargadores, una cápsula calibre 223 milímetros para fusil y otras supuestas evidencias. Durante el operativo fueron arrestados Erick Junior Guerrero y Manuel Mejía Febles.
El pasado 29 de agosto, en un operativo en el municipio de Baní, provincia Peravia, se incautaron cuatro fusiles, dos pistolas, 75 cápsulas, cargadores, chalecos antibalas, un rastreador GPS, radios de comunicación, teléfonos satelitales y otros dispositivos. Solo unos días antes, el 27 de agosto, la policía confiscó una caja enviada desde Miami que contenía armamento sofisticado, incluidas 4,636 cápsulas de distintos calibres, una ballesta con mira telescópica, 75 flechas y munición variada. Este arsenal fue descubierto durante un allanamiento en una vivienda en el sector Arroyo Hondo del Distrito Nacional.
Los datos revelan la magnitud de las operaciones de seguridad llevadas a cabo en todo el país para enfrentar la violencia armada y las redes criminales, mientras las autoridades continúan adoptando medidas para prevenir el tráfico de armas y garantizar la seguridad ciudadana.