En el país, los trastornos de ansiedad y depresión se están consolidando como los problemas de salud mental más prevalentes, reflejando una tendencia que también se observa en otras naciones de la región. Según el boletín epidemiológico de la semana 32 del Ministerio de Salud Pública, la salud mental ha sido destacada como una preocupación epidemiológica de alta prioridad.
El informe del Ministerio pone de manifiesto la necesidad urgente de abordar las brechas existentes en la atención de la salud mental. Entre las medidas anunciadas se encuentran la revisión de la Ley de Salud Mental y el desarrollo de un nuevo Plan Nacional de Salud Mental para el período 2024-2030. Estas acciones buscan mejorar la calidad de los servicios, proteger los derechos de las personas más vulnerables y garantizar el acceso a medicamentos y servicios adecuados.
El informe también señala que, a pesar de las necesidades crecientes, el número de Unidades de Intervención en Crisis se ha mantenido constante desde 2020, con un total de 11 unidades distribuidas en el gran Santo Domingo y en provincias clave como Santiago, Barahona, San Francisco de Macorís y Hermana Mirabal. Adicionalmente, la capacidad de las camas dedicadas a la salud mental ha disminuido, con solo 127 camas en establecimientos públicos, cifra que resulta insuficiente para atender a la demanda de la población.
El Ministerio está trabajando en una actualización de la Ley 12-06 y en un ambicioso Plan Nacional de Salud Mental con el objetivo de fortalecer el sistema de atención, asegurar el acceso a tratamientos adecuados y mejorar las condiciones para quienes enfrentan estos desafíos.