La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, ha presentado su renuncia hoy luego de enfrentar severas críticas por la falla en la seguridad durante el reciente atentado contra el expresidente Donald Trump.
Cheatle, quien admitió que el incidente en el mitin de Butler, Pensilvania, constituyó el “mayor fallo operativo” de la agencia en décadas, enfrentó presiones para dejar su cargo tras comparecer ante un comité de la Cámara de Representantes.
En ese evento, Cheatle aseguró que asumía “la responsabilidad completa” por el lapsus en la seguridad y se comprometió a cooperar con las investigaciones en curso sobre el atentado. La oposición republicana había solicitado repetidamente su dimisión, subrayando la gravedad del incidente en el cual Trump resultó herido de bala en una oreja mientras participaba en el mitin. El tirador había logrado ubicarse en un tejado a una distancia considerable del expresidente, fuera del perímetro de seguridad establecido.