Elizabeth Silverio, la presunta neurocientífica acusada de estafa, expresó su apoyo a la decisión del juez Deibi Timoteo Peguero de abrir un juicio de fondo en su contra.
El Séptimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional también excluyó al Ministerio de Salud Pública como parte querellante en el proceso. Silverio aseguró que demostrará su inocencia y que no causó daño a ningún niño, afirmando que la verdad saldrá a la luz. Añadió que los padres cuyos hijos mostraron mejoras en el habla y el comportamiento testificarán a su favor.
Yocasta Cuesta, una de las querellantes, compartió su experiencia en el centro “Kogland” dirigido por Silverio. Según Cuesta, a su hijo se le diagnosticaron seis trastornos conductuales, incluyendo trastorno del espectro del desarrollo, trastorno del espectro autista ascendente, deficiencia del desarrollo neuromotor, ausencia del procesador neurolingüístico, ausencia neurocognitiva sensorial y ausencia pedagógica del neurodesarrollo.
Cuesta señaló que estos diagnósticos llevaron a que su hijo recibiera terapias en el centro “Kogland”, con un costo mensual de aproximadamente 18,500 pesos. También presentó documentos que confirman un pago inicial de 35,000 pesos por la inscripción de su hijo en el programa ofrecido por Silverio, que incluía educación escolar y terapias.