Desde 1930, la República Dominicana ha enfrentado algunos de los ciclones más destructivos del Caribe. Hoy te presenta un recuento de los más devastadores.
1 – Huracán San Zenón (1930)

El 3 de septiembre de 1930, el huracán San Zenón tocó tierra con vientos de hasta 250 km/h, causando más de 2,000 muertes y dejando a miles sin hogar. Fue el ciclón más mortal en la historia del país.
La ciudad de Santo Domingo fue la más afectada, quedando prácticamente destruida. Se estima que el 70% de las edificaciones colapsaron, y miles de familias quedaron sin hogar. Las cifras de víctimas mortales oscilan entre 2,000 y 8,000 personas, aunque los registros oficiales fueron alterados por el régimen de Rafael Leónidas Trujillo, quien recién había asumido el poder ese mismo año.
Tras la tragedia, Trujillo utilizó la reconstrucción del país como plataforma para control político, presentándose como el gran restaurador de la nación. En los años siguientes, la capital fue reconstruida casi por completo y rebautizada con el nombre de Ciudad Trujillo, en honor al dictador.
A 95 años de aquel suceso, el huracán San Zenón sigue siendo recordado no solo por la magnitud de su destrucción, sino también por las profundas consecuencias sociales y políticas que marcaron el rumbo de la República Dominicana.
2 – Huracán David (1979 )

En agosto de 1979, el huracán David impactó la isla como un ciclón de categoría 5, dejando más de 2,000 muertos y miles de viviendas destruidas. Fue el más potente que ha tocado tierra dominicana.
Con vientos que superaron los 240 kilómetros por hora, David arrasó comunidades enteras, derribó puentes, viviendas, cultivos y redes eléctricas. La ciudad de Santo Domingo quedó sumida en el caos, con calles anegadas y edificios derrumbados. Se estima que el fenómeno provocó la muerte de más de 2,000 personas, miles de heridos y desplazados, además de pérdidas materiales incalculables.
El huracán también devastó la agricultura nacional, afectando cultivos de plátano, café y caña de azúcar, pilares de la economía dominicana en ese momento. En medio de la emergencia, el país recibió ayuda internacional y vivió una de las mayores operaciones de rescate y reconstrucción de su historia.
3- Huracán Georges (1998)

En septiembre de 1998, Georges arrasó con el país, causando más de 600 muertes y daños por más de 3,000 millones de dólares. Fue uno de los ciclones más costosos en la historia del Caribe.
Con vientos sostenidos de hasta 230 km/h, Georges arrasó comunidades enteras, inundó carreteras y ríos, y derribó viviendas, puentes y líneas de electricidad. Se estima que más de 380 personas murieron, miles resultaron heridas y decenas de miles quedaron desplazadas.
La magnitud del desastre llevó al país a activar un amplio plan de emergencia y ayuda internacional, con asistencia de organismos como la ONU y la Cruz Roja. La reconstrucción de viviendas, escuelas e infraestructura vial tomó meses, y la experiencia dejó importantes lecciones sobre prevención, gestión de riesgos y preparación ante huracanes en el Caribe.
4 – Huracán Sandy (2012)

En octubre de 2012, Sandy tocó tierra en la región este del país, causando inundaciones severas y dejando a más de un millón de personas sin electricidad. Fue uno de los ciclones más mortales de la temporada.
Sandy provocó fuertes lluvias e inundaciones, así como vientos sostenidos que derribaron árboles, postes de electricidad y viviendas precarias. Varias provincias del país se declararon en alerta roja debido a los desbordamientos de ríos y cañadas. El fenómeno ocasionó decenas de fallecidos y miles de personas desplazadas, además de cuantiosos daños materiales y afectaciones a la agricultura.
5 – Huracán Fiona (2022)

En septiembre de 2022, Fiona impactó el país con lluvias torrenciales y vientos fuertes, causando inundaciones y deslizamientos de tierra en varias provincias.
Fiona provocó intensas lluvias y vientos que afectaron a más de 1.4 millones de personas en diversas provincias, especialmente en el este y noreste del país. Las precipitaciones alcanzaron hasta 410 mm en algunas zonas, generando inundaciones severas y desbordamientos de ríos.
El impacto fue devastador: más de 8,300 viviendas fueron destruidas, y se registraron 2 muertes directas relacionadas con el huracán. Además, más de 350,000 personas quedaron sin electricidad, y más de 1 millón sin agua potable debido a daños en los sistemas de distribución.
