Washington, D.C. – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó este martes al juez federal James Boasberg de «lunático de la izquierda radical» y solicitó su destitución, luego de que el magistrado emitiera una orden para detener la deportación de más de 200 venezolanos a El Salvador.
El juez Boasberg, del distrito de Columbia, había emitido el sábado una orden para suspender el envío de los venezolanos, acusados por el gobierno de pertenecer a la banda criminal Tren de Aragua. La administración Trump invocó para estas deportaciones la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa que solo se ha utilizado tres veces en la historia: durante la guerra de 1812 y en las dos guerras mundiales.
A pesar del dictamen de Boasberg, los tres aviones que transportaban a los deportados aterrizaron en El Salvador, uno de los cuales aún no había despegado cuando el juez emitió su orden para que los detenidos fueran retornados a suelo estadounidense.
En respuesta a la orden judicial, Trump escribió en su red social Truth Social: «Este juez lunático de la izquierda radical, un alborotador y agitador que fue tristemente designado por Barack Hussein Obama, no fue elegido presidente.
El mandatario continuó afirmando que su administración está cumpliendo con el mandato de los votantes que lo eligieron en noviembre y que la lucha contra la inmigración ilegal podría haber sido la razón principal de su victoria. Trump concluyó su mensaje pidiendo la destitución del juez Boasberg y enfatizando que no se desea la presencia de «criminales agresivos, violentos y dementes» en el país.
El lunes, el Departamento de Justicia solicitó a una corte de apelación que retire al juez Boasberg del caso sobre las deportaciones, alegando un «ejercicio inapropiado de competencias». Además, un fiscal general adjunto argumentó ante el propio Boasberg que carece de competencias para dictar la política migratoria del actual gobierno.
Este enfrentamiento ha generado preocupaciones sobre una posible «crisis constitucional», según advirtió uno de los abogados que representa a cinco de los venezolanos deportados. Miembros de la administración Trump han condenado públicamente a los jueces que bloquean las medidas del gobierno, cuestionando la separación de poderes en Estados Unidos.