San Cristóbal se sume en el duelo tras el devastador evento que conmocionó a la provincia. Especialmente en la familia de Francis Julián Mateo Encarnación.
En un rincón oscuro, debajo de los escombros que una vez fueron Agroveterinaria La Esperanza, yacía un sueño roto: el cuerpo sin vida del joven Francis Julián Mateo Encarnación, de 20 años. La noticia de la recuperación de su cuerpo ayer jueves fue un golpe demoledor para su familia, amigos, y toda la comunidad de San Cristóbal, donde la explosión dejó una cicatriz profunda.
Una amiga cercana a la familia, con lágrimas en los ojos, confirmó la trágica noticia a periodistas del Listín Diario. La tarde del miércoles, la esperanza todavía brillaba en los ojos de José Ramón Ramírez, representante de la Agroveterinaria. “Francis sigue desaparecido, pero mantenemos la esperanza de que esté con vida”, decía.
Francis, el Joven Lleno de Sueños y Aspiraciones
Era el primer trabajo de Francis Julián. Las palabras de sus seres queridos retratan un joven lleno de entusiasmo y pasión por la vida. Estaba emocionado, feliz de trabajar, feliz de contribuir a su familia.
En la fatídica mañana de la explosión, Francis, el empleado de 20 años con una sonrisa eterna y un futuro brillante, fue el único que no pudo escapar a tiempo. La calle Padre Ayala se sumió en el caos, y Francis quedó atrapado bajo las ruinas de su lugar de trabajo, donde sus sueños y esperanzas quedaron sepultados.
La Tragedia de San Cristóbal
La pérdida de Francis eleva a 29 el número de fallecidos en la explosión que ha enlutado la provincia de San Cristóbal.