Los testigos describieron escenas de horror y confusión mientras el atacante caminaba tranquilamente por el centro comercial, como si estuviera paseando en un parque, antes de ser confrontado por la policía.
Seis personas, incluyendo cinco mujeres y un hombre, perdieron la vida en el incidente, mientras que el agresor también falleció. Los heridos, incluyendo al bebé, fueron trasladados a hospitales cercanos, donde reciben atención médica urgente.
Cientos huyeron de la caótica escena, muchos llorando con niños en brazos, mientras ocho personas, incluyendo un bebé de nueve meses, resultaron heridas.
Aunque las autoridades han descartado que se trate de un acto terrorista, aún no han revelado la identidad del agresor ni han determinado sus motivaciones, señalando que se encuentra en curso una investigación exhaustiva.
La oficial de policía que respondió al ataque ha sido elogiada por su coraje y valentía al enfrentarse al sospechoso, salvando así la vida de varias personas.
El primer ministro australiano, Anthony Albanese, condenó enérgicamente el acto de violencia y elogió la valentía tanto de la policía como de los ciudadanos que ayudaron durante el incidente.
La familia real británica también expresó su consternación por el ataque, ofreciendo sus condolencias a las familias de las víctimas y elogiando la labor de los equipos de rescate y los socorristas.