El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha anunciado una medida radical para mitigar el aumento de precios en los alimentos de la canasta básica: la suspensión de los aranceles de importación durante los próximos diez años. Con esta decisión, Bukele busca aliviar la carga económica sobre los consumidores salvadoreños y combatir lo que ha denominado como las “mafias empresariales”.
La medida fue anunciada en una reciente alocución presidencial, donde Bukele advirtió a comerciantes, importadores y mayoristas sobre los abusos en los precios de productos esenciales. “Voy a hacer un llamado como el que hicimos a las pandillas a inicios de 2019, que les dijimos paren de matar o no se quejen después. Pues yo les voy a dar un mensaje a los importadores, comercializadoras, mayoristas y distribuidores de alimentos: paren de abusar del pueblo salvadoreño o no se quejen después”, declaró Bukele en cadena nacional de radio y televisión.
Además de la eliminación de aranceles para todos los productos de la canasta básica ampliada, el mandatario extendió la medida a otros 70 productos, aunque no especificó cuáles. Este anuncio llega después de que Bukele implementara iniciativas como las pequeñas plazas de mercado con venta directa a los consumidores, con el objetivo de eliminar intermediarios y reducir los costos para los compradores.
Conocido por su controvertida guerra contra las pandillas, Bukele, quien recientemente fue reelecto, ahora dirige sus esfuerzos hacia la regulación de los precios de los alimentos, buscando proteger a los consumidores de prácticas abusivas por parte de grandes actores del mercado.
El presidente advirtió que quienes continúen con incrementos injustificados en los precios enfrentarán “todo el rigor de la ley”, subrayando su compromiso de defender a los ciudadanos ante las dificultades económicas actuales.
Esta medida forma parte de un esfuerzo más amplio del gobierno de Bukele para estabilizar la economía y mejorar la calidad de vida de los salvadoreños, marcando un nuevo frente en su política de mano dura, ahora dirigida contra los abusos en el sector alimentario.