La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, presentó ayer martes su “última” rendición de cuentas, ratificando que dejará este año esa función, pero que en lo que le resta al frente del órgano continuará fortaleciendo el sistema penitenciario, el cual, dijo, debió mejorarse hace mucho tiempo y por cuya negligencia la sociedad “ha pagado caro”.
En ese sentido, entiende que debe existir un “pacto de Estado”, no solo de la Procuraduría, para optimizar las condiciones de las cárceles y que se conviertan en verdaderos centros de reinserción de los reclusos, que es el objetivo de la pena.
Germán Brito piensa que la meta de hacer de las penitenciarías un lugar digno debe ser una política de Estado, “no una propaganda electoral”.
“Y eso de que este es mi último período, eso está claro desde hace tiempo”, respondió la máxima representante del Ministerio Público minutos más tarde de la rendición de cuentas a periodistas que querían confirmar si era cierto lo que dijo de que dejaría el cargo en este año. Reveló que en estos casi cuatro años le “ha tocado tomar decisiones incómodas y poco populares que responden a una profunda convicción ética y profesional en apego a la ley”.