El gobierno español bajo la dirección del presidente Pedro Sánchez se encuentra ante un desafío creciente con un notable aumento en la llegada de inmigrantes indocumentados, principalmente a las Islas Canarias. Este incremento ha generado preocupación tanto en las autoridades locales como en el gobierno central, mientras el archipiélago canario, ubicado frente a la costa noroeste de África, se siente cada vez más aislado en la crisis migratoria.
Cada día, los guardacostas informan sobre la llegada de embarcaciones precarias llenas de inmigrantes africanos a Canarias, poniendo en evidencia el creciente flujo de personas en busca de un mejor futuro. En respuesta a esta situación, Sánchez ha programado una visita a Mauritania, Gambia y Senegal, países clave de origen para muchos de los migrantes que llegan a España.
Mauritania, en particular, ha emergido como un importante punto de partida para los inmigrantes, albergando aproximadamente 200.000 refugiados debido a la inestabilidad en la región del Sahel. Este número incluye a muchos malienses que consideran Canarias como su destino final. Durante su gira, Sánchez tiene previsto ofrecer apoyo a estos países para mejorar sus capacidades de gestión de la migración y mitigar las salidas hacia Europa.
El presidente regional de Canarias, Fernando Clavijo, ha hecho un llamado a la Unión Europea para que asuma una mayor responsabilidad en la crisis migratoria. Clavijo ha enfatizado que la región no debe enfrentar esta presión en solitario, ya que los inmigrantes no solo llegan a Canarias, sino que tienen un impacto en toda España y Europa.
Este esfuerzo internacional busca no solo abordar la crisis humanitaria en el corto plazo, sino también fortalecer las estrategias para manejar de manera más equitativa la migración irregular en el futuro.