Díaz explicó que en la actualidad tienen 42 hogares en todo el país, pero que ya no cuentan con recursos suficientes para abrir otros centros. “Si visitan la oficina central lo primero que van a ver son letreros que dicen: “No hay cama para mujeres y adultos”, reiteró.
Manifestó que muchos los adictos que buscan someterse a un tratamiento para la drogadicción provienen de sectores muy vulnerables, que implica suministrarle alimentación, vivienda y otros servicios.
Asimismo agregó que la demanda en Hogares Crea ha aumentado significamente después de la pandemia covid-19. “La psicosis ha crecido consideramente con la crisis existencialmente que todos hemos enfrentamos”, añadió.
