En condiciones inhumanas y deplorables se encuentran las cárceles preventivas del Cibao, caracterizadas, según Defensa Pública, por el hacinamiento y falta de higiene en las infraestructuras.
Tales son los casos de Moca, San Francisco y Monte Cristi.
De acuerdo a Juanchi Comprés, activista de Moca, los presos duran hasta seis meses luego de haberles impuesto medida de coerción en la preventiva de este municipio cabecera, esperando a ser trasladados al Centro de Corrección y Rehabilitación La Isleta.
Sin agua, sin camas, durmiendo en el suelo, y haciendo sus necesidades fisiológicas “en el monte”, es el panorama de esta prisión de paso, y lo peor, de acuerdo a Comprés, es que entran teléfonos celulares, cuchillos y otros objetos.
El hacinamiento que allí se vive es de 100 a 110 personas en el lugar preparado para 15 presos por celda, cuando ahora mismo hay 50 por cuarto.