Escuchar este artículo
El ejército sudanés y un poderoso grupo paramilitar combatieron en un segundo día de lucha por el control del país, un reflejo de que no están dispuestos a poner fin a las hostilidades pese a la creciente presión diplomática.
Al menos 56 civiles murieron y se creía que había docenas de muertes más entre las fuerzas rivales, según un grupo de médicos.
El Sindicato de Médicos de Sudán informó de casi 600 heridos entre civiles y combatientes.
La tensión había ido creciendo durante meses entre el ejército y su aliado convertido en rival, las Fuerzas de Apoyo Rápido.
Esas diferencias habían demorado un acuerdo con fuerzas políticas para devolver el país a su breve transición hacia la democracia, frustrada por un golpe militar en octubre de 2021.