Una joven de 21 años, murió de manera trágica y repentina una tarde que parecía ser como cualquier otra. Sentada frente a una banca de apuestas en el paraje La Pluma, en el Municipio San Antonio de Guerra, Ketiana Leger disfrutaba de la compañía de una bebé de nueve meses, la hija de una amiga cercana. La pequeña reía y jugaba en sus brazos, ajena al peligro que se avecinaba.
El rugido de un motor se escuchó a lo lejos, y en cuestión de segundos, la paz del lugar se rompió. Un motorista, desplazándose a alta velocidad, perdió el control de su vehículo. En un instante de horror, Ketiana fue arrollada, el impacto la lanzó al suelo, donde la vida se le escapó al instante.
La bebé que Ketiana sostenía también sufrió las consecuencias del accidente. Golpes y una fractura en la pierna derecha dejaron a la pequeña inmovilizada, su pierna envuelta en un yeso. A pesar de sus heridas, la bebé sobrevivió, pero el vacío dejado por Ketiana es irreparable.
La tragedia no solo afectó a la pequeña sobreviviente. Ketiana dejó en la orfandad
ahora tendrán que enfrentar la vida sin su madre. Los familiares de Ketiana, sumidos en el dolor, claman por justicia. El motociclista responsable del accidente fue trasladado en ambulancia al hospital Ramón de Lara, donde se recupera de sus propias heridas. Los seres queridos de Ketiana esperan que, una vez recuperado, enfrente las consecuencias legales por su imprudencia.
La noticia se esparció rápidamente por la comunidad de San Antonio de Guerra, dejando un rastro de tristeza y consternación. Vecinos y amigos se reunieron en la humilde vivienda de Ketiana, ofreciendo consuelo a su familia y recordando a una joven madre que siempre tenía una sonrisa para todos, a pesar de las dificultades.
En medio del dolor, la familia de Ketiana se aferra a la esperanza de que su trágica muerte no sea en vano. Exigen que se tomen medidas para evitar que otras familias sufran una pérdida similar. Mientras tanto, se preparan para despedir a Ketiana, recordando los momentos felices compartidos y prometiendo cuidar de los pequeños que dejó atrás.
La tragedia en el Parque La Pluma es un recordatorio doloroso de la fragilidad de la vida y de la importancia de la seguridad vial. La comunidad se une en duelo, buscando fuerzas para seguir adelante y honrar la memoria de Ketiana Leger, una madre, amiga y vecina que dejó una huella imborrable en quienes la conociero