En una conversación franca en el programa Altanto con Colombia, el reconocido humorista y creador de contenido digital, Carlos Montesquieu, compartió detalles íntimos sobre su pasado como camarógrafo y su transformación espiritual.
Antes de incursionar en el mundo del entretenimiento digital, Montesquieu pasaba largas jornadas trabajando tras una cámara, desde las primeras horas de la mañana hasta altas horas de la noche, sin embargo, su verdadera pasión por la comedia lo llevó a dedicar su tiempo libre después de las 10 de la noche para grabar sus propios videos.
“En el 2015, dejé mi ciudad natal para buscar nuevas oportunidades en Bávaro, atraído por las promesas de un entorno próspero y tranquilo”, confesó Montesquieu durante la entrevista, “Pero mi vida dio un giro inesperado cuando me enfrenté a una serie de desafíos en mi búsqueda personal y espiritual”.
El humorista reveló que hizo su conversión al cristianismo a los 14 años cuando experimentó un encuentro con Dios durante una prédica, dicho evento marcó el inicio de su compromiso con la fé llevándolo a cambiar su vida completamente.
Sin embargo, Carlos también compartió las dificultades que enfrentó dentro de la iglesia, destacando “uno no puede aferrarse demasiado a la religión, sino a Dios”, también contó que fue hasta líder de jóvenes siendo ejemplo en dicho ministerio aunque luego se vio envuelto en controversias y abandonó la iglesia.
Durante su etapa iniciar como creador de contenido donde mostraba antivalores y resaltaba las palabras obscenas, dijo que lo hacía por las olas del momento . Un evento en particular marcó un punto de inflexión en su vida: su corrida desnudo en el Estadio Quisqueya en 2016, contrario a lo que muchos pudieran pensar, Montequieu reveló que este acto no fue un desvarío sin sentido, sino más bien un desafío personal.
“Correr desnudo en el Estadio Quisqueya fue un acto de auto-superación. Quería retarme a mí mismo, romper con mi propia imagen y al mismo tiempo, entretener a la gente”, afirmó Este episodio, que causó revuelo en su momento, ahora es visto por él como una muestra de su determinación por cambiar y evolucionar.
Montequieu ha encontrado en la lectura y la reflexión herramientas clave para su transformación. Actualmente, ha retomado su fé cristiana y tiene una visión más amplia y madura de la vida. Con una perspectiva renovada está dispuesto a compartir su experiencia y humor con el mundo, demostrando que, aunque la vida pueda llevarnos por caminos inesperados, siempre hay espacio para el crecimiento y la renovación.