En los alrededores de la Penitenciaría Nacional de La Victoria, situada en Santo Domingo Norte, la angustia y la desesperación continúan su reinado tras el incendio devastador de hace una semana. Con 13 víctimas fatales y un número indeterminado de heridos graves, la comunidad se sumerge en un mar de incertidumbre y dolor.
La tragedia no solo golpea a quienes están tras los muros de la prisión, sino también a los vendedores ambulantes que, día a día, enfrentan el desgarrador espectáculo de familiares y amigos en busca de noticias sobre sus seres queridos. Las mañanas traen consigo una marea constante de personas, todas compartiendo el mismo temor y la misma angustia.
En un paisaje marcado por la tristeza y la incertidumbre, la comunidad local lucha por mantener la esperanza mientras espera noticias sobre el destino de aquellos que aman y que se encuentran entre los muros de la Penitenciaría Nacional de La Victoria.