El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en el pasado sugirió la anexión de Groenlandia, afirmó este domingo que su país respalda «firmemente el derecho de Groenlandia a decidir su propio futuro».
El mensaje de Trump, publicado en su red Truth Social, llega en un momento clave, ya que este martes los groenlandeses acudirán a las urnas en unas elecciones parlamentarias que podrían definir su relación con Dinamarca. Sin embargo, ningún partido político en la isla ha manifestado intención de integrarse a Estados Unidos.
A pesar de ello, Trump envió un mensaje directo a la población: «Si así lo deciden, ¡les daremos la bienvenida como parte de la Mayor Nación nunca habida en el Mundo, los Estados Unidos de América!». En contraste con sus declaraciones pasadas, esta vez evitó cualquier insinuación expansionista y, en su lugar, apostó por una estrategia de seducción, ofreciendo incentivos económicos: «Seguiremos garantizando su seguridad, como lo hemos hecho desde la Segunda Guerra Mundial, y estamos dispuestos a invertir billones de dólares para generar empleo y prosperidad».
Sin embargo, la oferta de Trump parece no resonar entre los groenlandeses. Según una encuesta reciente de los diarios Berlingske y Sermitsiaq, el 85 % de la población rechaza la idea de ser parte de EE.UU., mientras que solo un 6 % la apoya. Si bien la independencia es un anhelo mayoritario, los habitantes de la isla priorizan su estabilidad económica, ya que actualmente el Estado danés cubre el 40 % de sus ingresos.
El primer ministro de Groenlandia, Múte B. Egede, reafirmó la postura de la isla ante las declaraciones de Trump: «Groenlandia nos pertenece. No queremos ser estadounidenses ni daneses, somos groenlandeses. Estados Unidos y su líder deben entenderlo. No estamos en venta y nuestro futuro lo decidimos nosotros».
Con solo 57,000 habitantes y cubierta en un 80 % por hielo, Groenlandia es un territorio estratégico y con abundantes recursos minerales, lo que la convierte en un punto de interés para potencias como Estados Unidos. No obstante, la mayoría de su población parece firme en su deseo de definir su propio camino, sin interferencias externas.
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