Tres turistas estadounidenses que alquilaron un Airbnb, se durmieron pero nunca despertaron

Milciades Pichardo

Lo que estás a punto de leer es real. Ocurrió en Ciudad de México, y cualquier viajero podría vivirlo sin darse cuenta. Soy Laura Torres, especialista en emergencias, y quiero contarte el caso de tres turistas estadounidenses que llegaron con toda la ilusión de conocer la ciudad. Rentaron un departamento en Cuajimalpa. Era un viaje de ensueño… pero nunca imaginaron que sería el último.

Mientras dormían, una fuga de monóxido de carbono los sorprendió. No hubo gritos. No hubo alarmas. El gas invisible y sin olor los fue apagando poco a poco.

El origen fue un calentador de agua defectuoso y mal ventilado. Ellos cerraron puertas y ventanas, se fueron a dormir confiados y nunca imaginaron que el mismo calentador que daba agua caliente estaba llenando el lugar de un gas mortal. Ese fue el error fatal. Y es justo lo que no debes hacer nunca.

No es para asustarte… es para que abras los ojos. Esto le puede pasar a cualquiera que rente una casa o departamento temporal.

Como especialista en emergencias, estas son mis recomendaciones:

-Antes de reservar, revisa si el lugar cuenta con detectores de humo y monóxido de carbono.

-Al llegar, pruébalos. No te confíes solo en la descripción de la página.

-Asegúrate de que cocinas, calentadores o chimeneas tengan buena ventilación.

-Si puedes, lleva tu propio detector portátil. No es caro… y puede salvarte la vida.

-Identifica salidas de emergencia, ubicaciones de extinguidores y ten siempre a la mano el número local de emergencias.

Un Airbnb es temporal… pero tu vida es para siempre. No te confíes. Porque lo importante no es dónde duermas… sino que despiertes al día siguiente.

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