Flamencos y otras aves exóticas del Parque Nacional de Montecristi bajo amenaza
San Fernando, Montecristi. -Habitantes de la provincia Montecristi denunciaron que manos criminales se dan a la tarea de colocar trampas para cazar flamencos, cucharetas y otras aves en el Parque Nacional de esa demarcación y los manglares de Estero Balsa. Según informaciones suministradas a Altanto.com.do, un grupo de desaprensivos y depredadores se están dedicando a esa práctica lesiva al medio ambiente, entre los que se menciona a una persona de apellido Calasanz, quien presuntamente fue apresado hace un tiempo por los guardaparques, sometido a la justicia y posteriormente dejado en libertad. “Estamos frente a un acto criminal, genocida de amplias dimensiones en perjuicio de nuestro ecosistema, esas aves no son para comérselas, sino para tenerlas de atractivo y adornos en casas campestres, hoteles y villas de lujo, siendo compradas entre 13, 14 y hasta 15 mil pesos por unidad”, reveló el periodista Vargavila Riverón a través de un video citando fuentes de la provincia de Montecristi. Instó a aplicar sanciones drásticas a los establecimientos y particulares que priven a los flamencos de su libertad poniéndolos en cautiverio. Los flamencos son aves exóticas que se distribuyen tanto por el hemisferio occidental como por el hemisferio oriental; existen dos especies en América y una en el Viejo Mundo. Nos encontramos ante un ave de gran tamaño y peculiar aspecto, siendo la más espectacular de las que habitan en nuestros humedales. El flamenco tiene la capacidad de dormir sobre una pata y realizan gestos divertidos para comunicarse entre ellos. El Parque nacional Montecristi es un espacio protegido de la isla caribeña La Española, que se extiende desde las fronteras de Haití a Punta Rucia en la República Dominicana con una superficie de 550 km². Cuenta con El Morro, una montaña de piedra caliza que se eleva 242 metros sobre el nivel del mar, adornando el escenario costero de Montecristi con una de las vistas más impresionantes del país. En tal sentido, los defensores del área protegida pidieron aplicarles el peso de la Ley 64-00 de medio ambiente y recursos naturales a los depredadores de la flora y fauna.