París.– La ola de calor que afectó a Europa a finales de junio y comienzos de julio dejó imágenes impactantes desde el espacio. La NASA, a través del instrumento Ecostress, registró temperaturas superficiales en París superiores a los 27 grados Celsius incluso antes de las 7:00 de la mañana del 1 de julio, en una jornada donde las temperaturas diurnas superaron los 38 °C.
Ecostress, instalado en la Estación Espacial Internacional, captó datos térmicos a las 06:57 a.m., hora local, cuando normalmente se esperan temperaturas más frescas. Las zonas más calurosas de la ciudad, marcadas en rojo oscuro en la visualización satelital, incluyeron áreas cercanas a la Torre Eiffel, cuya cima debió ser cerrada al público los días 1 y 2 de julio por el intenso calor.
El instrumento mide las emisiones infrarrojas térmicas de la superficie terrestre, lo que permite a los investigadores analizar no solo el avance del calentamiento urbano, sino también el riesgo para los humanos por superficies extremadamente calientes como el asfalto, además de monitorear la salud de las plantas y los incendios forestales.
La NASA recuerda que las temperaturas superficiales registradas por Ecostress tienden a ser más elevadas que las del aire reportadas por los meteorólogos, ya que estas últimas se miden sin luz solar directa.
Desde su lanzamiento en 2018, la misión principal de Ecostress es estudiar los niveles de estrés hídrico de las plantas y su capacidad de adaptación ante el calentamiento global, información clave para entender los efectos del cambio climático