La ciudad de Puerto Príncipe se encuentra en un estado de terror absoluto debido al control ejercido por bandas armadas, dejando a la población a merced del miedo y la violencia. La reciente serie de ataques, incluyendo el asalto a una subestación policial y los disturbios en las prisiones locales, ha sumido a la región en una espiral de caos y desesperación.
Los residentes de la capital haitiana están enfrentando una ola de asesinatos, decapitaciones y ataques incendiarios contra edificios públicos y privados, incluyendo hospitales y centros comerciales. Estos actos atroces están obligando a cientos de personas a huir en busca de zonas más seguras, mientras que la ausencia de fuerzas policiales agrava aún más la situación.
Ante la incapacidad del Estado para garantizar la seguridad de sus ciudadanos, Puerto Príncipe se encuentra en una crisis humanitaria sin precedentes. Es imperativo que se tomen medidas urgentes para restaurar el orden y proteger los derechos fundamentales de la población afectada.