El Ministerio Público solicitó este sábado 18 meses de prisión preventiva contra Antonio Espaillat y arresto domiciliario para su hermana Maribel Espaillat, ambos propietarios de la discoteca Jet Set, cuyo colapso dejó 236 muertos y más de 180 heridos el pasado 8 de abril.
La acusación, presentada por los fiscales Héctor García, Miguel Collado y Enmanuel Ramírez, también pide que el caso sea declarado complejo, debido al alto número de víctimas y querellas presentadas. A los hermanos se les imputa homicidio involuntario y una “inmensa negligencia” en el manejo del establecimiento, además de presuntamente intentar manipular a empleados que podrían ser citados como testigos.
El abogado de Antonio Espaillat, Miguel Valerio, declaró que su defendido está tranquilo y pidió que se le permita enfrentar el proceso en libertad. El tribunal anunciará su decisión este domingo.
El desplome del techo ocurrió durante una presentación del merenguero Rubby Pérez, quien falleció en el hecho. La familia Espaillat, además de operar la discoteca desde 1994, es propietaria de un grupo de medios y restaurantes. Hasta la fecha, se han presentado más de 80 demandas civiles en su contra.