Aaron Judge prendió un sinker y envió la pelota al graderío del jardín izquierdo. Inmediatamente después, comenzó a recorrer las bases, con 60 vuelacercas en su factura de esta campaña.
Modesto a lo largo de una temporada que ya lo tiene igualado nada menos que con Babe Ruth, Judge se dio un lujo inusitado, emergió de nuevo desde la cueva para recibir más aplausos.
“Realmente no quería hacerlo, sobre todo porque íbamos perdiendo y el jonrón había sido solitario”, comentó Judge, cuyo batazo en el inicio de la novena entrada apenas redujo a tres carreras el déficit de los Yanquis.
Once minutos después, Judge y los Yanquis tuvieron más motivos para festejar.
Giancarlo Stanton disparó un grand slam para terminar el encuentro y completar la sorprendente novena entrada de cinco carreras de Nueva York, que remontó y venció por 9-8 el martes a los Piratas de Pittsburgh.
“Creo que me volví loco”, dijo Judge. “Fue una típica línea de Giancarlo Stanton, recta como un rayo láser y a una altura de unos 10 metros por todo el jardín. Tuve un asiento de primera fila para ver esto. Creo que todos enloquecimos en el equipo. También todos los que estaban en el estadio”.
Judge se colocó a un cuadrangular del récord de la Liga Americana en una campaña, establecido Roger Maris. Encontró el sinker del derecho Will Crowe (5-10) y envió su disparo a 430 pies del plato.
La pelota aterrizó en el graderío en el jardín izquierdo, con lo que Nueva York se acercó 8-5.
Judge empató los 60 jonrones que Babe Ruth consiguió con los Yanquis en 1927 para establecer un récord de las Grandes Ligas que se mantuvo vigente por 37 años.
Fuente: MLB