La pastora Rossy Guzmán, implicada en el escándalo de corrupción conocido como Operación Coral, ha sido liberada bajo libertad condicional por el Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional. Esta decisión surge tras la modificación de la medida de coerción previamente impuesta, permitiéndole ahora enfrentar el proceso en libertad bajo ciertas condiciones.
Guzmán, quien enfrenta acusaciones relacionadas con el desvío de fondos públicos y otras irregularidades, estará sujeta a un impedimento de salida y deberá presentar una garantía económica de 50 millones de pesos, según lo determinado por la jueza Giselle Méndez. La medida resalta el complejo entramado de corrupción que se ha revelado durante las investigaciones de la Operación Coral, donde se ha señalado la participación de varios organismos estatales, incluyendo el Cuerpo de Seguridad Presidencial (Cusep) y el Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur).
El caso ha puesto al descubierto prácticas fraudulentas como el abultamiento de nóminas y la desviación de recursos destinados a diversos fines, incluyendo la compra de alimentos, el pago parcial de salarios a personal militar y policial, y la distracción de combustibles. Entre los implicados se encuentra también el coronel Rafael Núñez de Aza, quien se desempeñó como director financiero del Conani, a pesar de no estar registrado en los documentos públicos.